¿Se puede querer un pueblo sin conocerlo?, ¿se puede conocer una tierra, si nadie te la enseña, si nadie te cuenta que forma parte de la herencia de los que te precedieron? Este blog es una oportunidad fantástica para conocer un poco mejor nuestra historia, nuestras costumbres y tradiciones, para no olvidar de donde venimos ni lo que fuimos, y por supuesto, para conocer nuestro entorno más natural, nuestra fauna y flora. En definitiva, para que puedas sentir el pueblo donde vives más tuyo.
La Fontanilla de Navatejera
La Fontanilla de Navatejera en octubre.
La fuente de agua clara
La Fontanilla de Navatejera es un lugar que sobresale extraordinariamente por su situación dentro del valle de Las Huergas. Es una especie de terraza para explayar la vista y contemplar el paisaje que se abre a nuestro alrededor. En los soleados días de verano, la sombra la proporcionan tres hermosos árboles que parecen «plátanos de sombra», aunque no estoy muy seguro. El agua de la fuente es potable, apta para el consumo humano.
Por los alrededores de la fuente hay plantas de viva flor como la Azurea o “lengua de vaca”, también conocida por esta tierra como “escardamulas”. La azurea habita suelos húmedos pero no encharcados. Florece a finales de primavera y su flor es de color azul con cinco pétalos. También cerca de la fuente se puede ver a la Coluta formando pequeños corros con su corola de pétalos amarillos. Esta planta prefiere suelos húmedos y umbríos y está catalogada como Especie Invasora.
La alfalfa silvestre es otra planta muy común por esta zona, su flor es de color azul violeta y se usa como hierba de forraje para el ganado por ser muy nutritiva. La Candileja, “Thapsia” como la llamaban los romanos que conocieron estas tierras cincuenta años antes de Cristo, es otra planta muy frecuente en terrenos baldíos y linderos de caminos que rodean la fuente. La raíz de esta planta, al romperla o cortarla, expulsa un látex de color blanquecino que antiguamente era utilizado para impregnar las aguas de los ríos y pescar fraudulentamente atolondrando a los peces para capturarlos con facilidad. Florece en primavera y verano con flores de color amarillo.
La Fontanilla en un día radiante de octubre.
Bajo las tres copas protectoras de los árboles, en un día nublado de primavera y en un asiento de butaca preferente, los radiantes campos de Navatejera al frente, a los pies, la fuente de agua clara.
Un lugar preferente para recrear la vista con el paisaje que nos ofrece el campo de Navatejera en primavera, saciar la sed con el agua clara y fresca de la fuente, o pasar el rato disfrutando de la naturaleza o hilando una historia con otra si vamos acompañados.
La Azurea o “lengua de vaca” con su corola de cinco pétalos de color azul y rosa.
La Coluta con su corola de cinco pétalos de color amarillo agrupadas en pequeños corros.
La alfalfa con su flor de color azul violeta.
La Candileja o “Thapsia”.
La Fuente de agua clara y fresca.
Por los alrededores de la fuente hay arboleda suficiente como para albergar colonias de pájaros que podrás oír sus cantos o verles volar, como por ejemplo al milano real formando círculos concéntricos suspendido en el aire en vuelo de observación, a las aves rapaces oteando el horizonte en busca de algún ratón o lagarto desprevenido, al chochín dándose un baño en la charca o al carbonero saludándote con un ¡Chi-chi-pán! ¡Chi-chi-pán!
La arboleda que enfaja a la fuente.
Mira este corto vídeo del chochín dándose un baño en la fuente.
Posdata
Me trae muchos recuerdos esta fuente cuando de niño, con seis o siete años (hace la friolera de 65 años), venía aquí a “embaretar”, o sea, a coger jilgueros con liga que luego vendía por los pueblos cercanos, y también de merienda con los demás niños de la escuela de Navatejera. Más tarde, con diez años, con una escopeta de aire comprimido detrás de pardales y trigueros, y luego con dieciséis años, ya como cazador de morral en bandolera, con una escopeta de cartuchos y mi perro Zar, un bello seter irlandés a descansar un poco y comer el bocadillo que me había preparado mi madre después de estar todo el día corriendo detrás de las perdices. ¡Qué tiempos aquellos!
Todo esto y mucho más es lo que podrás ver y oír en este lugar privilegiado que es la “Fontanilla de Navatejera”.
En este enlace de Google Maps podrás ver paso a paso el camino de “La Fontanilla” y como llegar a la fuente.
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