Trigales en primavera en los campos de Navatejera. Un lugar ideal para anidar las codornices. |
Cualquiera que patee habitualmente los campos de Navatejera sabe (los cazadores, los primeros), que cada año que pasa hay menos codornices; que cada vez se ven menos tórtolas y, aunque las palomas torcaces y bravías les va mejor, ya no se forman tantos bandos como antes.
Mi experiencia y recuerdos acumulados durante muchos años de cazador por estos terrenos de Navatejera no son estadísticas, pero sí me atrevería a decir que en los últimos cincuenta años las codornices han caído más de un 95%, y las tórtolas otro tanto. Muchos cazadores discutirán las cifras, pero ninguno podrá negar que el declive de estas aves es constante.
El panorama no puede ser más desalentador: Cambios en los cultivos como el aumento de pesticidas y herbicidas, acortamiento de los ciclos del cereal, concentraciones parcelarias, desaparición de linderos, abandono de tierras de labor… todos factores que juegan en contra de la reproducción de estas aves.
Para más desgracias, este año 2023 ha sido un año de sequía severa. Las sequías prolongadas hacen disminuir la capacidad reproductora de las aves, al tiempo que agudizan la presión por depredadores. A la vista de lo cual, no creo que sea una propuesta radical ni anticazadora pedir un poco de sentido común y cerrar o postergar la «media veda» hasta que las poblaciones de codornices y tórtolas se recuperen.
Otra cosa bien distinta es abrir la «media veda» solamente para palomas torcaces y bravías que, aunque su número ha descendido, aún hay suficientes como para seguir cazándolas.
La codorniz pensativa. |
Una tortolilla posada en una rama. |
Una pareja de torcaces. |
El desahucio de los okupas. |
Tiempo de «Media Veda» en los campos de Navatejera. |
Más sobre la «Media Veda» en Navatejera, en este enlace de Google Maps
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