El “narciso de campanilla”. Navatejera, 17 de marzo de 2024. |
El “narciso de campanilla”, también conocido en Navatejera con el nombre de “narciso de los prados”, es una planta endémica del norte de España. Florece entre febrero y mayo, y lo que más llama la atención de esta planta son sus flores amarillas de un intenso guapísimo.
Las flores están formadas por seis pétalos unidos en forma de tubo y rodeados de seis tépalos de un color amarillo algo más claro. Son plantas que les gusta de suelos ácidos y silicios, en Navatejera suelen crecer en los prados y en algunos claros del monte. Se pueden encontrar desde unas pocas flores hasta varios cientos de ellas, aunque esto último sea hoy muy raro de ver en nuestro campo. Los usos de esta planta son variados y se han utilizado de forma tradicional para tratar la tosferina, pero lo más habitual es como sustancia vomitiva.
En el norte de León, por la zona de Riaño, se encuentra una subespecie conocida con el sobrenombre de “capilote”, Narcissus leonensis (la flor de la memoria, de la memoria de los pueblos anegados por las aguas del embalse de Riaño), “liras” o “lirones” las llaman en Tierra de la Reina, “grillaldas” en Valdeburón, “galipotes” en Éscaro y “campanillas de Riaño” en León capital.
Decenas de nombres para una flor mítica, la flor que siempre regalaron los mozos a sus novias, la que adornó iglesias y ermitas, la que anunciaba la llegada de la primavera cuando la nieve aún no se había derretido, la que los vecinos depositaban ante su virgen. Joyas botánicas que pueden desaparecer, según los naturalistas, por la recolección brutal a la que están sometidas estas flores, por eso la educación ambiental es hoy más que nunca tan importante.
Los narcisos de campanilla anunciando la llegada de la primavera en Navatejera. Fotografía tomada el 17 de marzo de 2024. |
Y es que estas flores, como son ta bonitas, se han recogido a miles, sobre todo en la zona norte de la provincia de León. Aquí, en Navatejera, se han recogido para ponerlas en un jarrón para decorar las casas, en el pasado también se usaron para decorar el altar de la iglesia. Ha sido tanta la presión que ha sufrido esta planta que hoy día ya podemos decir que es muy escasa, a punto de entrar en peligro de extinción.
Y es una pena porque esta planta aporta una biodiversidad brutal a nuestra flora, de manera que es nuestro deber el cuidarla y protegerla. Así que a la hora de encontrarnos con ellas, tenemos que tener un poco de cabeza y dejarlas crecer, porque puede ser que estemos ante los últimos narcisos de campanilla que florezcan en nuestro campo.
Ami me parece genial que tengamos flores en casa, es maravilloso porque te alegran la vista, te ponen contento y todo lo que tú quieras, pero la mejor forma de tener flores en casa creo yo es comprándolas en la tienda del barrio que además ayudamos a mantener un negocio local, o plantarlas uno mismo, puedes comprar las semillas y plantarlas en una maceta o en tu jardín si lo tienes, todo eso es mucho más gratificante que arrancar del suelo estas bellas flores para llevarlas a casa, meterlas en un jarrón y que nos duren tan solo unos días.
Entonces, estos narcisos de campanilla donde mejor están es en el campo. Hay que dejarles a su aire, que sigan embelleciendo los campos y cumpliendo sus funciones en sus ciclos biológicos. Desde este blog, me gustaría hacer un llamamiento para que cuando veamos gente recogiendo este tipo de flores silvestres, de una forma educada y respetuosa, comentar esto que te acabo de decir, simplemente que puede ser una flor que está en extinción, y que lo mejor es dejarlas en su sitio para no fomentar la desaparición de nuestras plantas, sería muy triste que eso ocurriera.
Os pueden decir que llevan toda la vida recogiendo flores del campo y sigue habiendo flores, que no pasa nada por coger unas pocas, a lo que podéis responder que toda la vida se han cazado avutardas y ahora casi no quedan, toda la vida se han cazado bisontes y estuvieron a punto de extinguirse, hubo un tiempo que solo quedaron bisontes en los zoológicos.
Entonces, el que algo se haga en la vida, no quiere decir que esté bien hecho. De esta forma quizás consigamos hacer recapacitar a la gente y que por desconocimiento están fomentando una actividad que no es la mejor para nuestros campos.
Que sigamos disfrutando de estas bellas flores y de otras parecidas puede estar en tus manos. Si quieres, puedes compartir esta entrada con tus amigos y compañeros de trabajo. Creo que es la única manera de seguir deleitándonos con estas flores.
Narcisos de campanilla. Esta fotografía fue tomada en el campo de Navatejera el 17 de marzo de 2024. |
“Las campanitas del campo” tiñen estos días de amarillo los prados de Navatejera. Fotografía tomada el 17 de marzo de 2024. |
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